Vías Ferrata II. Como evitar el grave riesgo por factor de caída. El disipador

Este artículo tiene un solo objetivo: explicar el grave riesgo que supone internarse en una vía ferrata sin disipador, solo con cabos de anclaje, y evitar así esa práctica tan extendida.

Cabo de anclaje con disipador para ferratas. Foto: Barrabes
Cabo de anclaje con disipador para ferratas. Foto: Barrabes

El gran riesgo del aseguramiento en las Vías Ferratas: el factor de caída

El objetivo principal de este segundo artículo sobre las Vías Ferrata es dejar muy claro que jamás se debe autoasegurar en vía ferrata sin disipador. Básicamente, porque si, -como por desgracia suele verse-, nos aseguramos con cabos sin disipador, en caso de caída las consecuencias negativas van a ser importantes, o incluso fatales.

Si queréis más información sobre ferratas, os recomendamos que consultéis el primer artículo de la serie, que incluye un vídeo explicativo del Equipo Barrabes sobre las técnicas y material: Vías Ferrata I. Qué son, historia, graduación de dificultad. También podéis echar un vistazo al que la cierra, Material técnico y de seguridad imprescindible y obligatorio, en el que explicamos todo el necesario y obligatorio.

Pero, si solo vais a leer uno, que sea éste. Afecta seriamente a nuestra seguridad.

Además, si queréis profundizar en el tema, consultad este artículo sobre factor de caída y fuerza de choque en escalada.

En cualquier caso, aquí os vamos a hacer una introducción a estos conceptos, porque es necesario conocerlos para entender por qué, sin un disipador, en una ferrata te juegas la vida. Después, explicaremos el riesgo añadido que suponen en vía ferrata.

El factor de caída y la fuerza de choque en escalada

En escalada, el factor de caída indica la relación entre caída y metros de cuerda.

Se dividen los metros de caída por los metros de cuerda del asegurador al escalador. Es decir: si tengo 10 metros de cuerda entre mi arnés y quien me asegura pero, como ya he metido algún seguro intermedio, solo caigo 4 metros, sufriré una caída de factor 0.4.

Factor de caída: 10 metros de cuerda, caída 4 metros, factor 0.4. Excelente disipación del golpe
Factor de caída: 10 metros de cuerda, caída 4 metros, factor 0.4. Excelente disipación del golpe

La fuerza de choque o de impacto es, digamos, el golpe que nuestro cuerpo recibe. Está relacionado totalmente con el factor de caída: a mayor factor, mayor golpe recibimos.

Factor de caída = metros de caída del escalador/metros de cuerda entre el asegurador y el escalador

Cuanto mayor es el factor de caída resultante, más riesgo corremos, porque la fuerza de choque que nuestro cuerpo va a sufrir cuando la cuerda nos frene puede provocarnos lesiones graves y, además, más sufre la cadena de aseguramiento, forzando incluso roturas.

Cuanto menor factor de caída, más protegidos y "amortiguados" estaremos, y menos sufrirá la cadena de aseguramiento.

Esto es algo contraintuitivo para muchas personas, porque tenemos mayor sensación de riesgo cuanto más lejos estamos de la reunión, pero ahí una caída tiene un factor muy bajo, porque -siempre que haya seguros intermedios, claro- son muchos metros de cuerda para tan poca caída hasta el último seguro).

Además, al ser dinámicas las cuerdas (elongan, precisamente para amortiguar el choque), cuantos más metros, mayor amortiguación.

Factor máximo de caída en escalada: 2

El factor máximo que puede encontrarse en escalada es 2

Es ya una caída grave que puede provocar daños al escalador debido, como decimos, al fuerte impacto de choque va a sufrir cuando la cuerda le frene. Recordamos que, además, esta fuerza de choque puede dañar o arrancar algún elemento de la cadena de aseguramiento.

Este factor, en escalada, ocurre cuando caemos escalando de primeros sobre una reunión sin seguro intermedio.

Por ejemplo: si tuviéramos entre asegurador y escalador -subiendo de primero- 2 metros de cuerda, la caída del escalador sería de 4 metros (2 hasta la reunión más los 2 de longitud de cuerda): 4/2=factor 2. Si hubiera 3 metros entre ambos, caeríamos 6 metros, 6/3= factor 2. Si tuviéramos 12 metros de cuerda, caeríamos 24 metros, 24/2= factor 2, y así sucesivamente.

Y ya es peligroso para el organismo y la cadena de seguridad. En este artículo explicamos esto en profundidad, y como evitarlo.

Sin embargo, este factor puede multiplicarse por mucho cuando nos aseguramos en una Vía Ferrata sin disipador.

¿Por qué?

Mosquetones para vías ferratas en línea de vida lateral. Foto: Barrabes
Mosquetones para vías ferratas en línea de vida lateral. Foto: Barrabes

El peligroso factor de caída 5 en Vía Ferrata que debemos evitar

Imaginemos que estamos en una ferrata, subiendo por una escalera de grapas, asegurándonos al habitual cable de vida lateral que transcurre en vertical paralelo a la escalera. En él hemos enganchado nuestros cabos de aseguramiento, sin disipador, de 1 metro de longitud aproximada.
Subiendo escalera con línea de vida lateral. Foto: Barrabes
Subiendo escalera con línea de vida lateral. Foto: Barrabes
Pongamos que los anclajes a la pared que sujetan y fraccionan el cable de vida están situados a unos 5 metros unos de otros, más o menos. (De hecho, suelen estar a esta distancia; luego explicaremos por qué).

Si en el momento en el que estamos a punto de alcanzar el siguiente fraccionamiento cayéramos, los mosquetones de nuestros cabos deslizarían por el cable hasta frenarse brucamente en el anterior anclaje a pared de la línea de vida, situado 5 metros más abajo.

Cambio de línea de vida en fraccionamiento. Foto: Barrabes
Cambio de línea de vida en fraccionamiento. Foto: Barrabes
5 metros de vuelo para 1 metro de cabo de anclaje dan un factor de caída 5, sin apenas dinamismo, algo disparatado: sufriríamos un factor de choque brutal que, casi seguro, nos provocaría una grave lesión de espalda y cadera, además de poder venir males mayores porque, probablemente, también reventaría algún elemento de la cadena de seguridad, acabando en el suelo.

¿Cómo se soluciona este problema?

Como ya hemos dicho, empleando un elemento de seguridad llamad disipador.

Si apreciamos en algo nuestra seguridad, su uso es obligatorio, y quien carezca de ellos, jamás debe internarse en una ferrata.

Ahora explicaremos su funcionamiento, pero lo fundamental es que se tenga claro que nunca debemos improvisar unos cabos con cuerda y mosquetones. Algo que, por desgracia, suele verse a menudo, probablemente por ignorancia sobre la técnica y sobre las graves consecuencias que pueden derivarse.

Disipadores

Como decimos, son vitales para nuestra seguridad e integridad física. Su función es la de disipar toda la energía posible en el momento del golpe, de manera que la fuerza de choque que nuestro cuerpo reciba disminuya hasta por debajo del factor 2, en parámetros seguros para nuestro organismo.

Se rigen por la norma europea EN 958:2017, “Equipos de alpinismo y escalada. Sistemas de disipación de energía para uso en escalada de Vías Ferratas”. Hay que tener cuidado, ya que la nueva norma, de 2017, incrementa en mucho la seguridad con respecto a la anterior de 2011, principalmente en cuanto a fuerza de impacto que recibe el usuario y en cuanto a rango de pesos: ahora se homologa para funcionar de 40 a 120 kilogramos.

Kit mosquetonés-cabos-disipador para ferrata, marca Camp
Kit mosquetonés-cabos-disipador para ferrata, marca Camp
Esta norma indica que la fuerza de impacto que reciba un usuario de 40 kilogramos en una caída de 5 metros tiene que ser inferior a 3,5kn, y la que reciba un usuario de 120 kilogramos, inferior a 6kn. Ambas son fuerzas de choque que entran dentro de lo seguro, tanto para nosotros como para la cadena de seguridad.

Antes de 2017 la prueba solo pedía que la fuerza de choque fuera inferior a 6kn para 80 kilogramos, una seguridad muy inferior. Quien tenga disipador en casa, debería comprobar qué norma cumplen, y si pertenece a la antigua, sustituirlo.

El por qué de los 5 metros

Cuando antes hemos puesto un ejemplo de caída en ferrata, hemos supuesto que, entre anclaje y anclaje, hay 5 metros. No es casual: es la distancia empleada en la prueba de caída de la normativa europea sobre disipadores. Como eso significa que está probado que, hasta esa distancia, cumplen su función, en las ferratas homologadas, 5 metros es la distancia habitual entre anclajes.

Si fuera menos, cargaríamos la pared de ferralla, y habría que estar continuamente cambiando de cable los mosquetones. Si fuera más, no tendríamos garantizado el funcionamiento del disipador.

¿Cómo funcionan? Cinta cosida, la opción obligatoria

Los disipadores más comunes, los únicos recomendables, son los de cinta cosida, y normalmente vienen ya integrados en los kit de seguridad de vía ferrata, junto a los mosquetones y cabos de anclaje.
Disipador de cinta cosida. Foto: Barrabes
Disipador de cinta cosida. Foto: Barrabes
Su funcionamiento es sencillo: en caso de caída, al recibir el golpe contra el anclaje, la cinta empezará a descoserse, de manera que disipará buena parte de la energía, amortiguando hasta límites tolerables el choque contra nuestro cuerpo. Para cumplir con la nueva norma 2017 descosen hasta una extensión de 2'2 metros, frente a 1'2 metros los de la norma 2011.

Es decir: acabaremos 2’2 metros por debajo del anclaje que nos ha frenado, pero la fuerza de choque que recibiremos será segura para nuestro organismo y para la cadena de seguridad, porque, en lugar de frenar con un golpe seco, frenaremos poco a poco.

Evidentemente, son de un solo uso; una vez descosidos, ya no sirven (y no pueden volverse a coser…). Existen algunos modelos que funcionan por fricción sobre placa, y son reutilizables, pero están diseñados para otras situaciones y técnicas alpinas, y no deben emplearse para ferrata.

Tienda web: www.barrabes.com
Tiendas Barrabes: Barcelona, Benasque, Jaca, Madrid O'Donnell, Madrid Ribera de Curtidores, Zaragoza.

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