Video: Nueva ruta de 1050m y 7a+ en el Jenga Spur, valle de Charakusa, Pakistán

Pat Goodman, Will Meinen y Matt McCormic viajaron hasta el valle de Charakusa para intentar el K7. 1 mes seguido de lluvia, nieve y mal tiempo les impidió ni siquiera intentarlo. Decidieron escalar una aguja cercana que desde abajo parecía fácil, escalable en el día al ensamble. Resultó ser una vía de 1050m, con largos de 6a y 6c desde el principio, y algunos de hasta 7a+. Les llevó 48 horas de escalada y un vivac con lo puesto bajo la lluvia y la nieve

En la montaña, como en la vida, las cosas rara vez son lo que parecen. Pat Goodman, Will Meinen y Matt McCormick viajaron al valle de Charakusa para intentar el K7. No han sido los únicos: finalmente, los jóvenes eslovenos se llevaron el gato al agua con la apertura de "The Dreamers of the Golden Caves".

Pero los 3 alpinistas americanos se encontraron con que la lluvia les impedía realizar cualquier actividad, excepto contemplar como caía. El K7 quedaba fuera de intento, y en los breves momentos en los que el tiempo les permitió asomar las narices por la puerta de la tienda comedor, decidieron probar con alguna escalada menor de aclimatación.

Primero ascendieron en un pico cercano una corta ruta abierta por un equipo británico en 1980. Como el tiempo seguía con su tónica variable, en la que en el mejor de los casos la lluvia, la nieve, y el sol alternaban con rapidez, y como cada vez quedaban menos opciones para intentar algún objetivo, se animaron en uno de los días de inestabilidad a escalar una aguja cercana en una línea que, desde su perspectiva, parecía factible al ensamble, con descenso en el mismo día.

Dentro de todo tuvieron suerte: la lluvia y el aguanieve que les acompañó hizo que en algunos lugares encontraran agua para beber cayendo por la pared; y en el último instante Meinen, por si las moscas, echó en su mochila una funda de vivac y un saco de dormir. Porque debido a lo que se esperaban encontrar en esa semiescalada, la comida que portaban apenas consistía en algunas barritas y geles energéticos.

Tan pronto como entraron en la pared se dieron cuenta de lo equivocado de sus apreciaciones: un muro vertical cuyos primeros largos ya entraban de lleno en el sexto grado, con algún paso cercano al séptimo, les zambullía en una escalada alpina y comprometida bastante lejana a su idea de calentamiento de un día para ir aclimatando. Tras verse forzados a pasar una noche en mitad de la pared en las precarias condiciones que pueden verse en el video, conseguían alcanzar la cima de la aguja abriendo una ruta de 1050m con largos de hasta 7a+/b.

Bastante tiempo después de lo previsto, 48 horas después de su partida retornaban al campo base.

Video por cortesía de Mountain Hardwear


Desde el largo final, tras 1050m de escalada hasta 7a+



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