El viento frustra el intento a cima en el Nanga Parbat; los alpinistas, de vuelta en el campo base

Las previsiones no se cumplieron, y el intenso viento les obligó a regresar. Tomasz Mackiewicz se encaminaba hacia el campo 3, Simone Moro y David Göttler le seguían, pero todos tuvieron que regresar al CB.


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Cuerdas fijas enterradas durante el intento

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Las predicciones meteorológicas en un lugar tan complejo como el Karakorum en invierno son simplemente eso: predicciones. En una época y montaña en la que el ascenso es una cuestión límite compuesta por lucha, suerte y combinación cósmica de factores favorables, una pequeña diferencia entre la realidad y las previsiones puede dar al traste con todos los planes.

Se necesitan al menos 5 días para pisar la cumbre. Las previsiones indicaban que hoy día 10 y mañana día 11 el viento respetaría a la montaña. Pero no ha sido así. Los días anteriores la meteo fue peor de lo esperado, y un cambio de última hora en los partes prolongó el mal tiempo.

Los polacos Pawel Dunaj y Tomasz Mackiewicz partieron el pasado jueves hacia el campo 1. Simone Moro, David Göttler, Jacek Teler y Michal Obrycki les siguieron el viernes.

Ese mismo día ya el tiempo fue mucho peor de lo previsto, y Pawel Dunaj tuvo que regresar por problemas con el frío antes de llegar al campo 2. Mackiewicz continuó en solitario y alcanzó ese campo mientras afirmaba por radio: “ha sido un día terrible: frío, nieve y mucho viento”. Simone Moro y David Göttler llegaron al campo 1.

El sábado era una jornada clave. Moro y Göttler querían alcanzar el campo 3 (6.700m, desde los 5.100m del campo 1), y allí juntarse con Mackiewicz. Pero este último se encontró con vientos fuertes por encima del campo 2, y se vio obligado a regresar. Lo mismo que les ocurrió a Simone y David, que dieron la vuelta a 5.700m.

“Hoy estamos todos de nuevo en el campo base”, afirmaba ayer Emilio Previtali. “No poder aprovechar las oportunidades es normal en estas montañas. Y en invierno, incluso más que normal. La excepción son los buenos momentos. Hoy está despejado, pero el problema es el viento. No ha disminuido como se esperaba. Ayer volvió a soplar fuerte, y lo mismo está ocurriendo hoy, viendo la imagen de las crestas en la parte alta de la montaña.

Han tenido que sufrir un viento difícil de soportar. Aunque en realidad la previsión no falló del todo: había anunciado que soplaría entre 30-60 kilómetros por hora. Y lo hizo a 60. A 30 quizás pueda soportarse el frío y la tormenta de nieve, pero a 60 no. No tenía ningún sentido. Lo había avisado Tomasz por radio, mientras partía hacia la cresta desde el campo 2, 6.100m. El viento había amainado un poco con respecto al día anterior, y por eso hizo el esfuerzo de llegar al 3. Pero al poco llamó para anunciar que debido a las rafagas de viento y al frío era imposible continuar, anunciando su vuelta.”


La misma decisión tuvieron que tomar Moro y Göttler. Los problemas no sólo fueron el viento y el frío; las cuerdas fijas estaban totalmente enterradas, y aunque podían evitar su uso en algunas partes del ascenso, son cruciales para el descenso. Así que les tocó luchar y tirar de brazos para ir liberándolas, con el gasto de energía que esto supone.

Las previsiones anuncian vientos de hasta 100km/h durante esta semana. No queda otro remedio: la expedición polaca y la expedición The North Face vuelven al trabajo más común en un campo base invernal del Kakakorum: ejercitar la santa paciencia.

Simone Moro
Nanga Dream Expedition
Información cortesía de The North Face

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