Silvia Vidal. |
El primer contacto que tuvo con la montaña fue con la familia, aunque en aquel entonces no eran muy montañeros ahora sà lo son. La vida de SÃlvia ha estado siempre relacionada con el deporte. Mientras estudiaba INEF se le ofreció la oportunidad de participar en un equipo para competir en el Raid Verd, ese fue su primer contacto con la escalada. "Yo no tenÃa ni idea, porque no habÃa escalado en mi vida y fui colgada como un chorizo durante toda la vÃa que tuvimos que hacer". Dos años más tarde empezó a escalar más a menudo "supongo que lo que más hace es el buen rollo que tienes con la gente con la que has empezado a escalar".
Le llamaba mucho la atención hacer artificial y por eso empezó, un poco por su cuenta. La gente con la que escalaba preferÃa el libre, pero ella veÃa que habÃa algo más aparte del libre. "Mientras yo escalaba por Vilanova y por Terradets, veÃa a la gente que iba a escalar con martillos y clavos mientras yo iba con cuatro cintas..." Al empezar a probarlo descubrió que le gustaba muchÃsimo y que, además parecÃa que no se le daba mal.En un año escaló su primer A1 y también su primer A5.
No se puede tener todoTrabajaba de profesora de educación fÃsica en un instituto. Apenas un año después de acabar la carrera empezó con la escalada artificial y dejó todo lo demás. Aunque no es fácil, procura vivir de la montaña; de hecho, debe ser de las pocas personas que, en España, se pueden permitir vivir de la escalada. Aún asà afirma que las grandes paredes son todavÃa su hobby y no una manera de ganarse la vida. Sin embargo, ahora que todo gira alrededor de la escalada, se queja también de que, a menudo los temas de conversación también se centran en esta actividad: "Menos mal que como empecé tarde aún tengo amigos de los de toda la vida que casi no saben ni lo que es la escalada. De todos modos me gustarÃa poder compaginar la escalada con lo que he estudiado, pero ahora mi prioridad es la montaña y por eso he renunciado, de momento, a la docencia. Todo tiene su tiempo."Imaginación y creatividadAmin Brakk, "Sol Solet". Aproximación a la pared. |
Llegar de A1 a A5 en un año es más que nada anecdótico, apunta SÃlvia. En realidad aún quedaba -y queda- mucho por probar y por experimentar. "Hay vÃas y vÃas, grados y grados y, momentos y momentos". A partir de 1994 empezó a poner los primeros friends en zonas de Cataluña, sobre todo en Montserrat, su primera escuela y donde escaló las primeras vÃas más difÃciles: "Para mà el conglomerado es lo más complejo que hay en el mundo del artificial -y eso que he escalado en muchas paredes diferentes-. Casi todas las grandes paredes del mundo son de granito y, aunque puede tener muchÃsima dificultad, suele ser más evidente y más lógico qué material y dónde tienes que ponerlo."
SÃlvia define el artificial extremo como una escalada donde la imaginación juega un papel muy importante. Normalmente en artificial el escalador no se encuentra el camino marcado con los restos de una cordada anterior. "Tú te encuentras una placa y hay que subir por ahÃ, no sabes por donde pasó la cordada anterior. Es una escalada con mucha tensión; vas colgado de lo que tú vas poniendo y la dificultad está en la precariedad de los seguros que tú mismo has puesto. Te cuelgas de cosas que son mÃnimas y, además varias seguidas... La cabeza te va a mil."En verano de 1995 se desplazó hasta Yosemite donde realizó su primera ascensión en solitario. Después de cinco dÃas colgada en la pared, sin fijar cuerda y en solitario, ascendió "Zodiac" en El Capitán. Poco a poco y junto con Pep Masip comenzó a abrir nuevas vÃas, primero en territorio nacional y después, cada vez más en el extranjero. Se le abrÃa una de las caras más amables de este deporte, viajar. "Te enteras de que hay una pared en algún sitio porque alguien te habla de ella, ves una foto en alguna revista y te entran ganas de ir allá a verla, entonces empiezas a viajar." Sin embargo a veces no hay que salir fuera para encontrar algo mejor de lo que se tiene en casa. "Mi segundo gran reto fue en el Naranjo de Bulnes: "Principado de Asturias" en solitario. Fueron cinco dÃas, como en "Zodiac", pero se sumaba la dificultad técnica. Esa pared son palabras mayores. Es donde más frÃo he pasado y donde la vÃa ha representado para mà una movida de tarro constante. El Naranjo es una pared relativamente larga para la escalada artificial, ya que es calcárea y, además cuenta con cambios climatológicos muy bruscos."Artificial a más de 5.000 metrosLa aventura más reciente la concluyó este verano en Pakistán, junto a Pep Masip y Miquel Puigdomènech. Se plantearon una pared de la que no sabÃan exactamente su longitud porque era una cima virgen. HabÃa tenido un intento por parte de Jon Lazkano, Adolfo Medinabeitia y José Carlos Tamayo."Veus del desert", Mali. Rapelando. |
La lÃnea que eligieron para la ascensión parecÃa tener un grado bastante alto, porque es una pared que no tiene fisuras. "Era una mole granÃtica. Además existÃa el tema de la altitud, la caÃda constante de piedras, de nieve, hielo... todo esto para mà era nuevo. Todas estas cosas añadÃan nuevos ingredientes a la salsa." Si se parte de la base de que el Capitán (Yosemite) tiene casi 1.000 metros, hay que apuntar que ésta tiene 1.650 metros y está aproximadamente a 5.500 metros. SÃlvia se preguntaba si serÃa capaz de resistir fÃsicamente más de un mes colgada en la pared y moviendo petates constantemente. ¿PodrÃa o no podrÃa? "A veces me sorprendo a mà misma. Iba muy tranquila, no recuerdo haber sufrido en exceso. Es cierto que tuve mucho frÃo; llevábamos la comida muy racionada y encima estuvimos cuatro dÃas más de lo que habÃamos previsto, lo que nos obligó a racionar sobre una cantidad que prácticamente era mÃnima. Entre el desgaste fÃsico y la altura, al final pasamos bastante hambre." Para colmo de males, el tiempo tampoco acompañó esta ascensión que, aunque en alta montaña nunca se sabe, no era época de tanta nieve. Pese a todo, tuvieron éxito, lograron la cima y descendieron sin problemas.
Lo más importante en una ascensión, declara SÃlvia, es la logÃstica. Con apenas información para llegar a este valle perdido en tierras PakistanÃs, Pep y ella habÃan visitado el año anterior la zona donde se encuentra el Amin Brakk, estudiaron la situación. Al llegar se dieron cuenta de que no tenÃan ni tiempo, ni material ni la comida necesaria para escalar aquella señora tapia. Aún asÃ, no perdieron el tiempo, escalaron otra aguja -más pequeña- que les gustó mucho, con cantidad de sistemas de fisuras. Aprovecharon también para recoger in situ toda la información que pudieron sobre la tapia donde, un año más tarde, abrirÃan "Sol Solet". Utilizaron el zoom para fotografiar todas las secciones de la cara, averiguaron a qué hora empezaba a darle el sol, qué lado tenÃa mayor peligro de desprendimientos... "Si no hubiéramos hecho este primer viaje en el "98 no hubiéramos podido hacer la pared, seguro. La logÃstica es muy importante, un buen planteamiento de la ascensión es clave para conseguir el éxito."Racionando lo irracionable comenzaron a separar comida a los doce dÃas de estar colgados en la pared, "por si las moscas". Aún les quedaban 20 dÃas más. "Fue una visión muy a largo plazo, pero acertada." No esperaban que el mal tiempo continuara, pero gracias a esta previsión y dado que la nieve seguÃa cayendo, pudieron llegar a culminar la empresa con éxito y con alimentos.Malos rollos, los justosVÃa "Veus del desert", Mali. |
"Éramos tres, Pep Masip, Miquel Puigdomènech y yo, y existe una muy buena relación entre los tres. Fue muy bien, pero es evidente que, en los tres meses que duró el viaje, se presentaron momentos de más tensión o de más risas. Hay de todo, como cuando compartes piso... En tres meses te da tiempo a discutirte y a abrazarte. HacÃamos un buen equipo y eso es muy importante." 32 dÃas en una pared puede llegar a convertirse en una especie de trabajo. Hay que madrugar y soportar un frÃo de narices; lo bueno de ser tres es que los trabajos están más repartidos y, quizás por eso, cuando estás escalando te puedes sentir más solo en la pared. Uno escala, el otro asegura, y el tercero bien descansa o bien mueve los petates. Se veÃan por la noche, momento que dedicaban a comer y comentar las maniobras del dÃa siguiente. Se hacen muchas más maniobras que escalada en sÃ. "Sólo para cambiar de campo te puedes tirar un dÃa completo únicamente moviendo, tensando, desmontando hamacas... todas las maniobras son muy lentas porque todo tienes que atar, que colgar, subes material, bajas material... Hay que repasar todos los movimientos para que no se te olvide nada, porque sino serÃa un caos."
Pocas mujeres haciendo Big Wall"Nunca he entendido por qué hay tan pocas mujeres haciendo Big Wall. Es cierto que se requiere cierto fÃsico, pero el 80% es psicológico. Es muy creativo y no entiendo cómo no gusta más a las mujeres. No es difÃcil encontrar a alguien con quien ir a hacer un dÃa escalada artificial, siempre hay alguien que tiene un martillo y cuatro clavos para hacer un largo, no hace falta hacer una vÃa para probarlo. Quizá el motivo sea algo más cultural y social que no fÃsico. Creo que falta un poquito de empuje, pero bueno, yo tampoco voy de feminista, no pretendo que ahora todas las mujeres del mundo se pongan a hacer Big Wall. De todos modos y aunque somos una minorÃa, no es un tema que me preocupe. Cuando me preguntan si preferirÃa escalar con una mujer o con un hombre, lo cierto es que me da igual; A mà lo que me importa es la persona, con su cara, sus ojos y su carácter, no de qué sexo es."SÃlvia Vidal es morena, menuda y tiene unos grandes ojos claros que se abren desmesuradamente cuando habla de su gran pasión. "Cuando estoy escalando -dice- pienso en la progresión, en lo que tengo que poner, dónde lo tengo que poner y cómo. Me encanta escalar." Para ella el proyecto empieza de pronto, como un impulso y es algo propio, que le pertenece; no quiere que nadie sepa de ello hasta que ha vuelto de viaje, después de saber si ha sido capaz de conseguir una ascensión o no. "Es como algo mágico que prefiero guardar para mà hasta que esté terminado."SÃlvia está esponsorizada por Petzl, Beal, Marmot, Boreal y Bollé.