Louis-François Ramond de Carbonnieres (Francia, 1755-1827) |
El aristócrata francés llevó a cabo la primera expedición al Monte Perdido |
Fue durante una de sus excursiones, en las que llevaba a cabo labores de investigación geográfica, fósiles, litologÃa, glaciarismo y botánica, en la que se asomó a la brecha de Tucarroya, descubriendo asà la espectacular cara norte del Monte Perdido. La visión del gigante calcáreo de 3.355 metros de altura le impresionó de tal manera, allá por 1802, que no dudó en entregarse a su conquista en cuerpo y alma, por lo que encargó los servicios de los guÃas franceses, Laurens y Rondó. Estos, finalmente, le robarÃan la primera ascensión a la cumbre el 6 de agosto, ayudados por un pastor de Bielsa (Huesca) -al que se le atribuye la verdadera primera ascensión- .
Cuatro dÃas después harÃa cumbre Louis-François, acompañado del propio Laurens y Palu. Tras este éxito, cobrarÃa gran fama como pirineÃsta, ya que se consideraba al Perdido como el techo de la cordillera.Su labor le encumbró como uno de los grandes pirineÃstas de la historia |
Poco tiempo después asciende la mÃtica Brecha de Rolando (2.807 m) y desciende por la vertiente sur hasta el valle de Ordesa.
Sesenta y tres años después de estos grandes descubrimientos alpinÃstico-cientÃficos Henry Russell, Frosard y Packed fundan la Société Ramond en honor ala labor realizada por el aristócrata y explorador francés. Es autor de libros como " Observations faites dans les Pyrenées " y " Voyages au Monte Perdu ".
Durante todo el siglo XVIII el Romanticismo impone sus ideales en los personajes más relevantes de la época, llevándoles a realizar ascensiones a picos vÃrgenes más por la búsqueda de aventura que por afán cientÃfico. La deficiente cartografÃa, la escasa -o nula- información y el precario equipo con el que contaban hacen de aquellas ascensiones auténticas hazañas llevadas a cabo en un territorio tan grandioso como desconocido.