Las nubes no se despegan de las montañas (en la foto, el Campo base) |
Las inclemencias meteorológicas y las continuas nevadas han sido más persistentes que la paciencia del español Carlos Pauner y el italano Mario Merelli, que habÃan permanecido en el Campo Base incluso después de que el resto del equipo, formado por Silvio Mondinelli, Abele Blanc, el austriaco Kristien Kuntner y el suizo Kobi hubieran abandonado, uno a uno, el intento de ascender la difÃcil arista este de este ochomil. Su intención de repetir la gesta de Alberto Iñurrategi y Jean Christophe Laffaile, que hicieron cumbre y regresaron por el mismo camino la pasada primavera. Asà resumÃa el propio Carlos Pauner, junto antes de emprender el camino de vuelta a Pokhara desde el campo Base, el final de la expedición.
Pauner, durante el último y prolongado intento de avanzar en la montaña |
PUNTO Y FINAL
La expedición del Annapurna de este año 2.002 ha llegado a su fin. El estado de la montaña, muy cargada de nieve tras un otoño climatológicamente adverso, ha dado al traste con todos los intentos de escalar su cumbre. Ayer noche, tras superar de un tirón los 2.400 m de desnivel que nos separaban del ultimo punto alcanzado, la peligrosidad del estado de la nieve, la gran posibilidad de aludes en esta vertiente y la incesante nevada, nos han hecho desistir definitivamente, tras veinte horas de incesante actividad. Mario Merelli y un servidor, esperando una posible mejorÃa del tiempo, hemos aguardado pacientemente una oportunidad, pero ésta no ha llegado. Nuestros compañeros se fueron hace dÃas y nosotros hemos quemado el ultimo cartucho en estas laderas del Annapurna, sin hallar en esta ocasión la fortuna. Asà son estas grandes montañas. Cuando las condiciones son favorables, la posibilidad de llegar a la cumbre existe para un reducido grupo de seres humanos. Cuando no lo son, nadie puede llegar hasta lo mas alto. Estas son las reglas del juego y aunque nuestra voluntad por ascender ha sido enorme, al final el Annapurna no nos ha dejado hollar su cumbre. Es un momento triste, pues después de tanto esfuerzo y tiempo empleado en esta escalada, no nos hemos visto premiados con el éxito. No obstante, el hecho de haber estado aquÃ, codo con codo con grandes himalayistas del mundo, en una gran ruta de esta enorme montaña, compensa con creces todos los esfuerzos realizados e incluso el sabor amargo que en estos momentos nos embarga. Hemos peleado duro y hemos agotado todas las posibilidades y eso nos hace estar tranquilos, con el placer del trabajo bien realizado..Volvemos a casa todos bien, sin que haya habido percances y sabemos que habrá mas oportunidades. Hemos aprendido mucho de esta ruta y la próxima vez, esperemos que con mejores condiciones, todo será un poco mas sencillo. Quedan más expediciones y mucho trabajo por hacer y hemos de tomarnos esto como lo que es, un buen intento a una difÃcil montaña y una enorme experiencia tanto alpinÃstica como personal. El golpe que no nos derriba nos hace mas fuertes. Quiero agradecer de todo corazón a toda la gente que nos ha apoyado y animado en esta expedición y estoy deseando volver a casa para contaros esta aventura con tranquilidad y disfrutar de la compañÃa de la familia y los amigos. Esperemos que la fortuna nos de la cara la próxima vez. Gracias a todos..