Iker Pou dando muestra de maestrÃa en Big Wall, en las paredes del Ratikon, cuando encadenó Silbergeier |
Tal como anunciaron, Iker y Eneko Pou han comenzado fuerte con su proyecto de ‘Siete paredes’, consistente en escalar un big wall por continente (el que ellos consideren, según criterios propios, más difÃcil y representativo). La primera escala ha sido Norteamérica: en el –no podÃa ser otro—mÃtico valle californiano de Yosemite, se encuentran estos dÃas liberando, largo a largo y con un esfuerzo Ãmprobo, el Niño, la famosa vÃa del Capitán que llega a graduar 8ª+ en algunos tramos.
La vÃa es durÃsima, pero no es la única dificultad a la que se están enfrentando los dos hermanos vascos en su aventura americana. Para no adelantar acontecimientos, y preservar la autenticidad de la historia, reproducimos directamente los dos últimos correos de Eneko, recibidos a lo largo de la semana pasada
Tras su 'tour' por distintas escuelas de bloque (ver foto), los Pou regresan a EE.UU., ahora a por el big wall de referencia: El Capitán |
30 de mayo, 2003. Ayer trabajamos los 5 primeros largos que aunque los habÃamos subido, quedaban por encadenar 3 de ellos.
Ayer se consiguió a pesar de las temperaturas insoportables que sufrimos, con unos 45 grados, y muchÃsima humedad. Estos tres largos englobados en la zona conocida como ‘Galápagos’ son 3 de los largos mas difÃciles de la vÃa , asà que estamos muy contentos. En estos momentos tenemos escalados en libre unos 550 o 600 metros con lo que aproximadamente nos queden unos 200 o 250 para finalizar la vÃa. Hasta ahora nos hemos estado moviendo desde el suelo con cuerda fija, ya que este sistema nos da la posibilidad de probar los largos que se resisten. No siempre bajamos al suelo, y hemos pasado algunas noches en la pared, en una pequeña repisa de 1 metro de ancho por apenas 2 de largo, donde nos hemos encajado los dos para intentar dormir. Digo lo de intentar, porque ha resultado imposible , ya que ha lo reducido del espacio hay que sumar, que pasamos estas noches sin saco, y durmiendo a la intemperie con un triste plumÃfero. Menos mal que no llovió! Hoy 29 de mayo llega nuestro compañero Eduardo MartÃnez con el resto del material que nos hace falta, asà que empezaremos a estar mejor. A todos estos problemillas, hay que sumar algún otro, que aunque no relacionado totalmente con la escalada, nos ha hecho pasar momentos bastante tensos. No me estoy refiriendo a otra cosa que no sea la fauna local, que resulta ser de lo mas variopinta. Osos, cascabeles, coyotes, mosquitos por todas partes...
Aunque pueda sonar a broma lo hemos pasado muy mal. Ayer sin ir mas lejos estuvimos a muy poco de liarla, cuando por culpa del calor reinante, estuvimos a muy poco de pisar en el mismo dÃa 2 serpientes de cascabel. Madre mÃa que miedo! Creemos que no nos vieron y entonces no pudieron avisar de su presencia mediante el sonido del cascabel. Estuvimos a pocos centÃmetros de una desgracia personal, y solo nuestra buena vista nos salvo de un disgusto. Nos hemos estado informando de este asunto con los escaladores locales y nos han dicho que sobre todo nos cuidemos de las cascabeles pequeñas, ya que por su falta de experiencia, no controlan la cantidad de veneno que te inyectan, y resultan las mas peligrosas. A las serpientes de cascabel cabe sumar un oso de grandes dimensiones, que casualmente se ha cruzado sin tener que lamentar incidentes serios, con todos los escaladores que se mueven en las proximidades de nuestra ruta menos con nosotros; sigamos tocando madera.
Asà es que como se ve, nuestra única preocupación no es subirnos por esta pedazo tapia en libre, que puedo asegurar que ya es suficiente menester; además, tenemos que lidiar con unos cuantos detalles mas.
Con lo que respecta a nuestro calendario apuntar que hoy dÃa 29 de mayo bajamos a San Francisco a recoger a Edu; mañana dÃa 30 subiremos nuevamente Iker y yo a intentar escalar los dos largos que nos quedan hasta el imponente techo de Black Cave, que quizás sea la parte mas decisiva de la vÃa ya que se encuentra a unos 600 metros del suelo, sale 25 metros mas allà de la vertical y tiene una dificultad de 8a+. Además subiremos el petate con unos 30 litros de agua, sacos, tienda de pared... con la intención de pasar 1 ó 2 noches arriba. A partir de aquà descansar 1 ó 2 dÃas y probablemente nos metamos definitivamente con Eduardo, con la intención de salir por arriba y dar por terminada la ascensión. Estamos calculando que este ataque final nos pueda llevar entre 4 y 7 dÃas colgados en la pared.
Como veis, trabajo y ganas tenemos, asà es que sin mas aprovechar para mandaros a todos un fuerte abrazo de parte de los dos desde tierras americanas.