Sobre las nueve de la mañana la pared pareció cobrar vida de nuevo: piedras y bloques de roca caían hacia nosotros como proyectiles. Aquello era un verdadero campo de batalla! La guerra! Nos sentimos prácticamente como ‘carne de cañón’ en aquella goulotte, donde se concentraba todo aquello que cayese desde la parte superior. Para pasar por algo así necesitas estar loco o, por lo menos, grandes dosis de buena suerte.
Finalmente, el grado de inclinación de la pared disminuyó, facilitando la progresión. Pero estabamos ya a una altura considerable, y los efectos de la altitud se dejaban ya sentir en nuestro organismo: avanzábamos despacio, respirando con esfuerzo y deteniéndonos cada vez con más frecuencia. Al menos la pared estaba de nuevo en calma, y pudimos continuar sin mayor problema hacia un gran serac que cerraba el paso a la última parte de la vía.
Frente a nosotros se erguía un último muro cimero, que superar a base de muchos y interminables largos, que exigieron nuestras últimas fuerzas. Entretanto, la niiebla cubrió la pared y comenzó a nevar. La temperatura cayó de golpe unos 20 grados. Justo antes de que estuviese totalmente oscuro alcanamos otro grans erac, y seguimos progresando sobre roca hacia la izquierda, en dirección a la arista. La dificultad se resistía a ceder, incluso cuando Tadej consiguió al fin salir a la Arista Este, que había sido escalada por primera vez por italaianos en 1982. La nevada se hacía más y más intensa, mientras avalanchas de nieve polvo cubrían la pared.
No podía creer que, realmente, hubiéramos completado la vía. De pronto estábamos totalmente felices y –qué absurdo- habíamos olvidado por completo el cansancio y el sufrimiento que habíamos acumulado hasta hacía un momento. Sólo teníamos un deseo claro: bajar de allí lo más rápido posible. Pero ‘abajo’ quedaba muy lejos...
La vía ‘Limitless Madness’ (VI, WI6, 5c, 1900 m), en la cara NE del Yerupaja (6617 m)- Cordillera Huayhuash, Perú- fue abierta entre el 28 y el 30 de Julio de 2003 por Matevz Kramer, Matej Mejovsek “Teyko” y Tadej Zorman (todos procedentes de Eslovenia). Completar los 38 largos de la vía exigió 26 horas –reales- de escalada y doce horas de descenso. |