El helicóptero era de Eurocopter |
En una entrevista publicada por la página de Internet climbing.com, el piloto de pruebas de la empresa Eurocopter, que aterrizó por primera vez con un helicóptero en la cima más alta del mundo el 14 de mayo, asegura que ve todavía lejana la posibilidad de rescatar a montañeros a alturas extremas.
“Uno puede salvar a gente hasta los 7.000 metros de manera más o menos regular. Más de eso sería muy difícil”, señaló el ex militar, que rechaza de plano, por tanto, que su vuelo experimental vaya a abrir la puerta de las grandes cumbres a los turistas.
“En el futuro cercano es imposible, fue un vuelo experimental, no comercial o turístico. Para garantizar la cima del Everest faltan cinco, seis, siete años. Es muy difícil, incluso si se construye un helicótero muy potente, las fuerzas que se pueden encontrar allí son más poderosas que el helicóptero. Y no merece la pena arriesgar la vida de un piloto y su copiloto”.
Desalle repitió el aterrizaje sobre la cumbre del Everest, de 8.848 metros, un día después de hacerlo por primera vez, con objeto de comprobar que no había sido únicamente un milagro.
Didier Desalle, a los mandos del aparato |
“Las condiciones climáticas eran peores. Pero no queríamos esperar a que mejorara el tiempo, porque sabíamos que había escaladores en la montaña. Uno de los puntos importantes de la misión era no poner en peligro a los escaladores, así que decidimos hacerlo en esas condiciones. Un tiempo mejor habría significado muchos escaladores, y no queríamos dañar a nadie con una avalancha”.
Velocidad
El francés, con 25 años de experiencia pilotando, hizo aterrizar un Ecureuil/Astar B3 al del que se eliminó todo ornamento no necesario, incluso asientos suplementarios, para reducir su peso los más posible. Antes de ir al Himalaya, de hecho, el aparato batió los records de velocidad en ascensión a 3.000, 6.000 y 9.000 metros.
“Lo más difícil fue encontrar el buen modo de llegar allí arriba, porque las corrientes de son tremendas. El viento a esa altura es muy poderoso, uno puede notar la mano de la naturaleza, y la esa naturaleza está por encima de todo el poder de los humanos”, advirtió. “Uno tiene que entender cómo funciona allí la naturaleza. Uno tiene que ser aceptado por la montaña. Ha de ir despacio y con cuidado”.