Panorámica de la estación |
Desde la silla observo el recorrido de la pista central, “La Covatilla”,una pista agradable y comercial calificada como azul, pero que en su tramo más bajo bien podría ser roja. El telesilla nos deja a los pies del “Canchal Negro” la pista mayor altura, que recorre los 110 metros de desnivel que nos separan de la cumbre y a la que se accede a través de un telesquí de 578 metros. Otras cuatro pistas complementan la oferta, dos azules y dos verdes, estas dos últimas provistas con un telesquí para debutantes de 170 metros de longitud. En este caso el telesquí se encuentra fuera de servicio, como la estación, -durante la temporada de esquí, el precio del forfait fue de 3000 ptas en temporada alta y de 2000 ptas. en temporada baja-. En cualquier, caso la nieve no es el problema de esta estación castellana: su altura, su orientación, al norte, y la abundancia de precipitaciones en la zona garantizan las nevadas aunque principalmente en los meses de febrero, marzo y abril. Los otros meses de la temporada notarán, por el momento, la ausencia de cañones.”El problema básicamente es que la humedad de la zona es muy alta y la nieve de cañones corre el riesgo de no cuajar, aunque todo se andará” me comenta José White mientras ascendemos a pie por la pista del Canchal hasta la cumbre. Una vez arriba el seco y frío viento del norte nos acaricia, mientras mi vista se relame con el panorama. Hacia el sur asoman las terrazas del valle del río Jerte, hacia el Este se eleva sobre los demás el legendario Pico Almanzor (Sierra de Gredos) , hacia el Norte la mesetas salmantina y abulense se funden sobre el Tormes, finalmente, sobre el este, y de lejos, La Peña de Francia irrumpe en el horizonte para coronar la escena.
Desde aquí la belleza de la Sierra se incrementa, y uno entiende en cierto modo la fuerte polémica que retrasó la puesta en marcha de este centro de esquí. Desde el arranque del proyecto, a principios del año 1996, ha habido una serie de aireadas reacciones de manos de diversos grupos ecologistas. Según Ecologistas en Acción las instalaciones proyectadas eran del todo ilegales por la condición de futuro espacio protegido que mantiene toda la Sierra de Béjar, lo que la arropa bajo un régimen de protección preventiva. Esto desencadenó un Estudio de Impacto Ambiental por parte de la Junta de Castilla y León, que aunque encontró la futura estación desfavorable para el medio, dio luz verde a la misma, a finales de 1998, por la función social que podría desempeñar para una localidad, Béjar, que suma dos mil parados por culpa de la sequía industrial. “Su función es muy respetable, pero un progreso controlado nos beneficia a todos” me comenta José White en referencia a las alegaciones de los ecologistas. Oscar Rivedeira, montañero local, mantiene que muchas de las protestas son infundadas y me pone el ejemplo de la estación leonesa de Leitariegos como modelo a seguir “ En Leitariegos se combina el hecho de ser un espacio protegido hasta el punto de ser el último hábitat natural del oso pardo europeo, con el fenómeno de una estación de esquí”.En cualquier caso el debate ha beneficiado estéticamente a la estación, que se obligó a revegetar tras su construcción y que recibe la electricidad por cable subterráneo.Es frecuente que la nieve caiga y se mantenga en el sierra de Béjar, hasta bien entrada la primavera |
La enorme sombra azul que cubre ya las pistas parece anunciar el final de mi visita a esta peculiar estación salmantina, recomendada para aquellos para los que el esquí sea tan sólo una excusa.
Resumen de la temporada en ‘La Covatilla’: