El mal tiempo patagónico no esta dando tregua a Ousland y Ulrich |
El Campo de Hielo Patagónico Sur no es sino la tercera masa de hielo más grande del mundo... Pero la fuerza del viento, sobre todo en invierno, es digna de un primer puesto en cualquier ranking. Y las dificultades objetivas son más serias que las que se encontraría cualquiera que tratase de cruzar los otros dos casquetes más grandes (La Antártida y Groenlandia). Borge Ousland, el noruego que cruzó solo las masas heladas del Artico y Antártico en autonomía, y el explorador alemán Thomas Ulrich, estarán de acuerdo. Después de todo, llevan dos días encerrados en la tienda esperando que el temporal amaine apenas lo suficiente para permitirles moverse. Ambos emprendieron el pasado 23 de agosto un ambicioso proyecto: el de cruzar (a lo largo) los 400 km. del Campo de Hielo Patagónico Sur en total autonomía. La empresa supone un reto muy serio para cualquier explorador – El primero en intentarlo fue el británico Eric Shipton ente 1960 y 61 y sólo una vez se ha efectuado la travesía completa Norte-Sur, a cargo de un equipo chileno entre octubre del 98 y enero del 99- pero en su caso, además, no han esperado al verano austral. Y están pagando la osadía, con un clima que no les ha dado apenas tregua.
Ousland y Ulrich, además, ni siquiera han dejado un depósito de material y víveres que los chilenos guardaron en mitad del glaciar. En su afán de atravesar el Campo en toda su longitud, deberán superar dos obstáculos objetivos muy importantes: el primero, remontar el glaciar, para lo cual hay que escalar una pared escarpada; después, en mitad del glaciar, hay una falla que corta el camino en forma de cascada de hielo. La única ayuda con que, eventualmente, contarán los exploradores, es la del viento, puesto que en sus trineos llevan cometas de tracción, las cuales podrían multiplicar la velocidad de avance en algunos tramos, y arrastrar el peso –más que considerable- de las pulkas. Boerge Ousland, que tras su experiencia en el Everest parece haber decidido volver a sus grandes travesías polares, tiene por delante una dura tarea, si atendemos a lo narrado a The Poles por los exporadores chilenos.Boerge Ousland, una leyenda viva de las expediciones árticas |
Pablo, de la expedición Chilena, continua narrando su aventura: “50 días después del comienzo llegamos a la Reichert Fall, la cascada de seracs que supone el obstáculo más duro de la travesía. Algo así como la cascada del Khumbu, un caos de seracs, pero sin porteadores ni sherpas. Destrepamos hasta el pie de la cascada, recogimos el material que habíamos dejado en depósito y empezamos remontando el Bastión Este, que resultaba inevitable en el camino. Remontamos 2300 metros para llegar al tramo peor: una pared vertical de 600 metros. Cerca de la cima, pasamos 9 días terroríficos metidos en una cueva de nieve esperando que mejorase el tiempo. El 10 de enero realizamos el rápel más peligroso de nuestras vidas: 18 horas descendiendo con los trineos a cuestas. Para terminar, otro rápel de 620 metros, 150 de ellos desplomado, para llegar a la cara sur, por entonces virgen. Fuimos los primeros seres humanos en cruzar la falla de Reichert, y hacerlo nos llevó 30 días. Tras ello, escasos de comida y muy debilitados, caminamos los últimos 160 km. sobre glaciar agrietado en 21 días, para finalizar el 30 de enero en Última Esperanza, en el Océano Pacífico. Habíamos completado la primera travesía Norte Sur del Hielo Patagónico Sur, en 98 días.”
Fuente: www.thepoles.com