Relleno
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Pluma 800 FP
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Tejido Exterior / Membrana
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Nylon Ripstop
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Peso Aproximado
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372 g
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Uso Recomendado
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Alta Montaña y Expediciones, Trekking y Senderismo, Escalada en Hielo, Ski de Montaña
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Chaqueta para alpinismo para hombre, una prenda de abrigo con relleno de
plumas de 800 cuins que ofrece una calidez y una protección térmica superiores en las condiciones más difíciles. Es perfecta para utilizarse como capa intermedia o por si sola en función de las condiciones del momento.
El relleno de plumas de ganso con el que ha sido dotada ofrece la mejor calidez y eficiencia térmica gracias a su increíble capacidad de retención del calor corporal, lo que nos aísla de las bajas temperaturas. Se trata además de un tipo de aislamiento extremadamente ligero y compresible, lo que facilita su transporte y empaquetamiento en la mochila, para que podamos ponernos la chaqueta siempre que sea necesario sin notar apenas que la llevamos con nosotros mientras no la utilizamos.
La Quince Hooded Jacket de la marca
The North Face ha sido además dotada de multitud de detalles técnicos específicamente diseñados para la práctica de actividades de alpinismo o esquí en alta montaña, como son los generosos bolsillos para las manos con cremallera de fácil acceso, la posibilidad de guardar y empaquetar la prenda en uno de sus bolsillos o el revestimiento hidrorrepelente
DWR que, sin ser impermeable, aporta resistencia al agua y la humedad para que no se moje en contacto con la nieve.
Características:
- Bolsillos amplios para las manos con cierre de cremallera y de fácil acceso.
- Posibilidad de empaquetar la chaqueta dentro de su propio bolsillo para las manos.
- Dobladillo bajo ajustable con cordón.
- Cremallera frontal completa.
- Revestimiento hidrorrepelente DWR.
- Puños con elástico.
- Capucha fija ajustable.
- Tejido: 15D, 32 g/m², 100% nailon antidesgarro Bluesign®.
- Aislamiento: plumas de 800 cuins.
- Peso aproximado. 372 g.
Bluesign®: Analizar los tejidos a nivel químico y evalua la productividad de los recursos usados, la seguridad de los consumidores, las emisiones a la atmósfera, los vertidos a corrientes y masas de agua así como los niveles de seguridad y salud laboral. Se trata de una forma de evaluar lo que compramos, de forma que se introduzcan cambios positivos para reducir nuestro impacto medioambiental a lo largo del ciclo vital de los productos.