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Regulaciones en el Everest: se exigirá experiencia

Entre otros requisitos, el gobierno nepalés pretende regular la edad máxima y mínima y exigir al menos una montaña anterior de más de 6.500m.

Carlos Pauner
Cara sur del Everest, valle del Khumbu, Nepal. Foto: Carlos Pauner

El Gobierno de Nepal ha anunciado una serie de propuestas encaminadas a restringir la concesión de permisos a alpinistas que deseen ascender el monte Everest, tras la masificación de los últimos años, que ha hecho que el Everest sea noticia habitualmente más por los factores extradeportivos que por los propiamente alpinísticos.

La primera de ellas guarda relación con la edad, que estará limitada entre los 18 y los 75 años. La segunda impedirá la escalada a personas que necesiten ir acompañadas en su ascensión debido a algún tipo de discapacidad física o visual. Con la tercera, Nepal pretende exigir una experiencia previa en la que se demuestre que el solicitante ha ascendido al menos una montaña de más de 6.500m.

Los esfuerzos del Gobierno van encaminados a que estas restricciones entren en vigor en cuanto finalice la temporada de postmonzón en la que se encuentra el país, y afectarían ya a la próxima temporada, en primavera de 2016.

Aumento de la seguridad

Según declaraciones a The Guardian de Kripasur Sherpa, Ministro de Turismo nepalés, las medidas tienen como objeto aumentar la seguridad de los alpinistas preparados para realizar la ascensión, que ahora se encuentran con una montaña abarrotada de gente con escasa experiencia, además de desmasificar la montaña. “No podemos dejar que todo el mundo vaya al Everest y muera. Si alguien no está física o mentalmente capacitado, conceder el permiso sería como autorizar un suicidio legal.”

De las 3 medidas, la que menos impacto tendrá será la referente a la edad. Si bien es cierto que la cima del mundo ha sido hollada por un niño de 13 años y por un hombre de 80, son excepciones.

Sin embargo, la referente a la experiencia contrastada puede ser determinante en el caso de muchos clientes de algunas expediciones comerciales, (otras, de hecho, ya aplican similares reglas en sus expediciones para aceptar a un cliente). En estos momentos, no es complicado encontrar a algunas ascensionistas carentes de cualquier tipo de experiencia en montaña, que atados a la cuerda fija delegan absolutamente todo en los guías.

Es probable que la medida, si finalmente se aprueba, obligue a muchas compañías a preparar un plan plurianual para sus clientes que finalice con el ascenso a Sagarmatha. En cualquiera de los casos, la ascensión a una cumbre de más de 6000m no garantiza tampoco los conocimientos adecuados de alpinismo, debido a que alguna de ellas son realmente sencillas, y solo sirven para comprobar la exposición a altura.

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