Agarre y adherencia en las suelas del calzado de montaña: el ejemplo de Salomon Contagrip
Explicamos todos los tipos de suelas Salomon Contagrip, y explicamos cómo identificarlas por el código de la zapatilla.
Un invierno sin fin impide cualquier movimiento en Manaslu, Everest, Cho Oyu y K2. fin impide cualquier movimiento en Manaslu, Everest, Cho Oyu y K2.
En el Everest hace ya casi 3 semanas que los vientos huracanados no han cesado ni un instante; Jost Kobusch intentó asomarse más allá del Lho La, con el resultado conocido: su tienda fue destrozada a mitad de noche, poniendo en grave riesgo su vida. Las cosas siguen igual.
En el Manaslu, por contra, es la nieve la absoluta protagonista. Son metros y metros que caen sin descanso desde hace un mes. Obligaron a abandonar el campo base justo a tiempo antes de que una avalancha lo alcanzara, y cuando, tras 3 semanas sin cesar de caer nieve, han conseguido volver, apenas han tenido un par de días de sol antes de que la nevada regresara.
A finales de la semana pasada volvió con tanta intensidad que les obligó hacer turnos de paleo día y noche a fin de evitar que la nieve los enterrara. La cosa llegó a tal nivel que el polaco Oswaldo Rodrigo Pereira, tras 15 horas de paleo, se durmió un par de horas por la noche y estuvo a punto de quedar sepultado: “Estoy contento de haber sobrevivido”, afirma. La situación puede verse a las claras en el vídeo que ha compartido.
Finalmente, el sol salió. Alex Txikon, Iñaki Álvarez y Simone Moro partieron hace el campo 1 hace 2 días. Pudieron recorrer una pequeña parte del trayecto, debido a la profundidad de la nieve y el riesgo de avalanchas, antes de regresar al campo base. “Leo acerca de la poca nieve que hay en los Alpes, y sin embargo aquí en el Manaslu luchando contra metros de nieve que literalmente nos ahogan y entierran. Es mi 4ª expedición a esta montaña y la meteo no da tregua: se confirma que llega más nieve para las próximas fechas. ¡Es increíble!”, afirma el italiano.
Los nepaleses que quieren abrir una nueva ruta por la vertiente de Nepal del Cho Oyu por fin han llegado a la montaña. El cierre del Cho Oyu por Tíbet les ha hecho pensar en esta apertura que pretenden que sea la nueva vía normal a este ochomil, en el que tanto trabajo tenían. De momento la tónica es la misma para ellos: nieve, viento y frío, que han impedido que trabajen en la montaña.
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