A sus 41 años, Iker Pou acaba de escalar la que, según él, es la vía más difícil de deportiva jamás escalada en su vida. Ha sido en Margalef, Tarragona. “Además también es la que más me ha costado. Han sido 6 años, y aunque es verdad que la dedicación no ha sido plena, porque en medio ha habido muchas expediciones, viajes, y trabajo, se me ha hecho muy duro mantener la motivación durante tanto tiempo."

Sobre la graduación, y teniendo en cuenta que ha escalado vías como Action Directa (9a), Demencia Senil (9a+), Nit de Bruixes (9a+, 1ª ascensión, posible 9b), o Big Men (9a+, 1ª ascensión, aun sin repetir), Iker afirma que “me ha costado mucho, infinitamente más que los 9a+ anteriores, pero no tengo referencia con vías por encima de ese grado, con lo que prefiero que sea el consenso de las repeticiones futuras las que acaben de fijar un grado concreto. Lo único que puedo decir es que la ruta es buenísima, y que creo que será un referente de dificultad en los próximos años.”

La vía es un techo horizontal, que incluso llega a tener zonas descendentes, de entre 15m y 20m, y como puede verse en las imágenes, un verdadero festival de monodedos y bidedos, sin apenas pies, y con los que ahí más simbólicos que otra cosa, muy malos. Esto nos hace pensar en la dificultad de una repetición; no todos los escaladores capaces de llegar a esos grados tienen esa potencia de dedos.

En 2012 Iker intuyó la ruta, y trabajó duro para equiparla. Conseguir descubrir todos los movimientos y secuencias le ha llevado 6 años. Después vino la 1ª escalada con dos caídas. Luego con 1ª. Y finalmente, la liberación.
Son ya décadas de actividad al más alto nivel, y a estas alturas Iker nos sorprende...con la vía de deportiva más dura de su carrera.
