
Actualización 12-3-2015, 16:20: Alex Txikon confirma que partirán a las 2:00am, y que tienen unas 12 horas hasta cumbre. Muhammad Kan se encuentra descansando en el campo 1, tras descender debido a la falta de fuerzas. Pasará allí la noche.
Desde el campo base del Nanga Parbat, Igone Mariezkurrena:
Están
cada
vez
más
cerca.
Algo
más
de
900
metros
de
desnivel
separan
a
Alex
Txikon,
Ali
‘Sadpara’
y
Daniele
Nardi
de
llegar,
por
primera
vez
en
invierno,
a
lo
más
alto
del
Nanga
Parbat
(8.126m).
A
estas
horas
duermen
en
el
C4
(7.200m),
en
mitad
de
un
inmenso
plató
que
deberán
cruzar
antes
de
encarar
las
últimas
rampas
de
este
ochomil
aún
virgen
en
la
estación
más
fría
del
año.
Aunque
era
importantísimo,
tampoco
esta
noche
han
podido
descansar
demasiado:
“Yo
habré
dormido
unas
cuatro
horas
–comentaba
Alex
Txikon–.
El
viento
ha
violentado
la
tienda
constantemente.
En
cualquier
caso,
el
día
amanecía
soleado
tanto
en
el
campo
base
como
arriba
a
6.700
metros
de
altura
(C3),
y
sobre
todo,
el
parte
meteorológico
consultado
de
nuevo
a
primerísima
hora
de
la
mañana
indicaba
que
el
viento
había
perdido
fuerza
definitivamente
y
que
iba
a
ser
una
jornada
‘tranquila’
en
ese
sentido,
“Aunque
aquí
arriba,
por
poco
que
sople,
la
sensación
térmica
desciende
muchísimo.
Estamos
como
a
--30ºC.
¡A
ver
si
el
sol
nos
calienta
ya!”.
Su
voz
sonaba
como
acongojada.
Eran
las
10:30
de
la
mañana
y
Alex
Txikon
contactaba
vía
walkie
para
informar
que
Ali
‘Sadpara’
y
Muhammad
Kan
ya
habían
salido
hacia
arriba,
ligeros
de
peso,
portando
únicamente
la
cuerda
que
iban
fijando.
“Daniele
y
yo
vamos
a
terminar
de
recoger
la
tienda
y
salimos
detrás
de
ellos,
vamos
muy
cargados”.
Tenían
por
delante
unas
siete
horas
de
escalada,
quizás
menos
técnicas
que
las
anteriores
pero
no
por
ello
menos
agotadoras;
desde
luego,
los
cuatro
escaladores
comienzan
a
acusar
la
altura
y
la
fatiga
acumulada.
Seis
horas
en
total
han
dedicado
a
ascender
una
interminable
pendiente
de
unos
500
metros
a
ratos
helada
y
a
ratos
nevada
que
sigue
a
la
pala
de
hielo
vivo
que
escalaron
ayer.
“Voy
subiendo
despacito
y
sin
apretar
demasiado,
guardando
energía”,
comentaba
Txikon
durante
el
breve
descanso
que
se
tomaba
tras
superar
la
evidentísima
rimaya
que
divide
la
pendiente
nevada
en
dos.
Tras
torcer
dirección
noreste,
a
las
16:40
estaban
ya
a
falta
de
40
metros
para
encaramarse
a
la
arista
que
da
paso
al
inmenso
plató
en
el
que
se
encuentra
el
C4
(7.200m),
no
visible
desde
el
Campo
Base.
“Vamos
bien
de
fuerzas,
pero
llevamos
mucho
peso,
unos
20--25
kilos,
y
eso
nos
está
reventando.”
Precisamente
en
este
punto,
Muhammad
Kan
ha
dado
por
terminado
du
trabajo;
ha
emprendido
el
descenso
y,
según
nos
ha
comunicado,
aunque
sea
de
noche,
espera
poder
llegar
hoy
a
este
Campo
Base.
Dice
que
sus
piernas
no
dan
para
más.
Por
el
momento
no
contamos
con
más
detalles
al
respecto.
Mientras
escribíamos
esta
nota
(18:00 hora local),
el
walkie
volvía
a
sonar:
“Ya
hemos
terminado
la
repisa
y
la
tienda
está
montada.
Nuestra
idea
era
salir
hacia
cumbre
a
eso
de
las
00:00,
pero
tendrá
que
ser
un
poco
más
tarde,
nos
faltan
horas
para
descansar”.
El
parte
meteorológico
habla
de
condiciones
favorables
para
mañana:
vientos
de
unos
25--20
Km/h
que,
aun
siendo
suaves,
seguro
harán
descender
la
sensación
térmica
por
debajo
de
los
-35ºC
reales
que
se
esperan.
El
cielo
trae
nubes
y
claros.